
Denisse Quezada: "Quedarse de brazos cruzados no sirve de nada"
Se pegó el pique desde Santiago a curanipe y su historia conmovió a chile y el mundo.
20.03.2010 - 02:20
"MATHIAS TE AMO Y ERES LO MÁS IMPORTANTE EN MI VIDA", escribió Denisse Quezada en su Facebook el 10 de marzo. Era el dulce epílogo de una conmovedora historia de amor maternal que emocionó a los chilenos y convirtió a esta mujer en una heroína mundial. El terremoto sorprendió a esta periodista de 32 años en su depa en Providencia sola junto a su marido, pues su hijo Mathías (8) veraneaba en Curanipe con los abuelos.
La primera reacción de Denisse fue tratar de llamar a sus padres para tranquilizarlos, pues estaba convencida de que el megasismo había sido en Santiago. "A las 6 de la mañana una vecina bajó a la calle con su radio a pilas y ahí supe que el epicentro era en la zona donde estaba mi hijo. Me vino la angustia y empecé a llorar", recuerda. Las horas del sábado pasaron lentas y ya no podía con la desesperación. No tenía noticias del niño y su único pensamiento era encontrarlo, vivo o muerto, pero hallarlo.
"El domingo no aguanté más y a primera hora tomé la decisión de viajar. Fui sorda a todo argumento. Lo único que quería era estar junto a mi hijo", nos cuenta.
- ¿No sentiste miedo?
- No. Estaba tan angustiada, tan preocupada por él, que no podía concentrarme en otra cosa. Hasta ahora me preguntan si sentí miedo, si pensé que podía pasarme algo en el camino, pero no se me pasó por la cabeza. Es mi único hijo y algo muy fuerte me impulsó a buscarlo.
UNA ODISEA
Esa mañana, Denisse agarró un saco de dormir y una parka, se puso zapatillas y salió de casa. No tenía plata, pero un vecino paleta le prestó. Debía llegar como fuera a la localidad costera: "Nunca había hecho dedo, pero no tenía otra forma de viajar. Mucha gente solidarizó conmigo y me ayudó a acercarme a mi destino. Lo que más me emociona es que todos me pidieron que les avisara si encontraba a mi hijo". Cuando no hallaba autos, hacía el trayecto caminando, alimentada sólo por su fuerza de voluntad, pues sólo tomó agua durante su odisea.
No recuerda si el viaje duró 15 ó 20 horas, pero sí le quedó grabado en su mente el estado de los pueblos que recorrió en su infancia. "Me quebré en Cauquenes. Todo estaba en el suelo, destrozado. Fue una experiencia terrible". En Pelluhue, la situación era peor: "Vi carabineros con los ojos enrojecidos. Estaban sobrepasados. No tenían nada y todos les pedían ayuda para sobrevivir".
Gracias a los polis, la mami logró llegar a Curanipe. Supo que Mathías estaba en un cerro con sus abuelos y fue en su búsqueda: "Estaba sucio, tapado con gorros y chalecos. Apenas me vio gritó 'mami' y no se me despegó. Creía que había muerto en el tsunami".
- ¿Mathías vio todo?
- Sí. Mis padres trataron de evitarlo, pero no se pudo porque la luna llena iluminaba el mar. Me dijo: "Mamá, vi una ola grande y mucha gente muerta".
- ¿Te sentías culpable?
- Sí, porque siempre pensé que si pasaba algo terrible debía estar junto a mi hijo.
- Pero era impredecible.
- Igual irá a terapia. porque sé que está traumado. Lo conozco y noto que está distinto, más aprensivo. No le gusta que lo deje solo.
- Tu historia dio la vuelta al mundo.
- Aún no lo asimilo. Recibí muchísimos mails donde me felicitaban por haber hallado a Mathías y contaban que mi caso les ayudó a valorar a sus propias familias.
- ¿Crees que tu caso ayude a levantar el país?
- Ojalá les dé esperanza a quienes aún no tienen noticias de sus seres queridos.
- ¿Qué les dirías a ellos?
- Que se atrevan. Si no tienen noticias, que vayan a buscarlos. Quedarse de brazos cruzados no sirve de nada.
Fuente: La Cuarta.cl - 20.03.10
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